Ya hemos visto como ir protegiendo cada parte del cuerpo a la constante exposición solar continuada. Esta exposición solar está recomendada y es beneficiosa, siempre y cuando no nos excedamos con ella. Hay zonas que necesitan una protección constante como el cabello, la piel o el rostro; y otras como los ojos a la que prestamos muy poca atención. Algo que debe cambiar y por eso te recomendamos el uso de gafas de sol.
Emplear gafas de sol es algo muy común, no solo cuando hace calor, sino en cualquier época del año. Pero pasa de ser un complemento en invierno a convertirse en un gran aliado en primavera y verano. Desde FarmaCoslada queremos darte a conocer algunos consejos para el empleo obligatorio de gafas de sol. ¡No lo olvides!
Por qué las gafas de sol en verano son imprescindibles
El primer paso es que su uso es casi obligatorio, siempre y cuando sean gafas de sol homologadas. De no ser así, podrías tener el riesgo de padecer alguna enfermedad ocular. En el verano aumenta la exposición de los ojos a las radiaciones solares porque pasamos más tiempo fuera de casa. Esa luz solar no es solo la que nos da directamente en los ojos; también esa luz molesta durante el día que también perjudica tu salud visual a largo plazo.
Si tienes los ojos claros, los problemas de exposición solares pueden verse aumentados. El cuidado ocular debe ser mayor ya que el sol afecta de una manera diferentes a estas personas. Es así cuando se ven expuestas a problemas con la radiación violeta siendo vulnerables frente al sol. Necesitas siempre darles buen uso a tus gafas de sol.
Además, las gafas de sol tienen un añadido extra muy importante. No solo nos protegen de los efectos directos que pueden tener los rayos de sol en nuestros ojos; también son una barrera física para frenar síntomas alérgicos. Son un muro que se interpone contra el polen para que no penetre en tus ojos y puedas desarrollar tu vida con total normalidad.