La piel de los bebés y los niños es diferente a la de los adultos. Es mucho más delicada y sensible a los rayos del sol y el calor. Durante la primavera y el verano, nuestra misión es llevar a cabo una protección solar infantil adecuada para ellos. Porque cuando llega el calor nos afecta a todos por igual y hay que poner medios para no tener consecuencias negativas.
Los protectores solares te acompañarán en los próximos meses. Elige el que quieras, pero a partir siempre 30 ya que los niños pequeños tienen menos melamina que los adultos. Por lo tanto, su piel es más sensible a los rayos del sol. Pero, además, desde FarmaCoslada te damos otra serie de consejos para proteger a bebés y niños cuando hace más calor. ¡Aquí los tienes!
Cómo proteger a los pequeños de los rayos del sol
– Vitamina D: la solución para proteger a tu hijo, no es quedarse en casa sin salir. Nuestros hijos necesitan la vitamina D todos los días, y no puedes privarles de ella. A veces basta con un paseo de entre 5 y 20 minutos, pero siempre vigilando los horarios. En verano, evita la franja entre las 11.00 y las 16.00 horas que es cuando mas calor hace.
– Sombra: la piel de nuestro bebé no está completamente equipada para recibir los rayos ultravioletas. Si son muy pequeños lo mejor es que no se expongan a rayos solares continuados en playas o piscinas. Hazlo más adelante y siempre en una sombra proporcionada por árboles o sombrillas. Pueden salir y jugar, pero el resto del tiempo, mejor protegido de los rayos del sol.
– Ropa: otra arma de protección contra los rayos del sol es la ropa. Se convierte en un escudo protector durante los largos meses de verano. Para ello, escoge prendas de algodón que sean ligeras y de colores no absorbentes (claros). No olvides su cabecita que puedes cubrir con un gorrito o una gorra. La temperatura corporal de los niños suele ser más alta, por lo que no hace falta cubrirles con muchas capas.
– Hidratación: junto a la protección de la piel, también hay que evitar los golpes de calor. Los niños y bebés, sobre todo, tienen que desarrollar correctamente su capacidad para regular la temperatura corporal. Eso quiere decir que, ante un golpe de calor, el agua es nuestra compañera. Mantén siempre a tu bebé hidratado con tanta agua como necesite.
– Cremas solares: la mejor crema solar para niños de menos de 6 meses es la sombra y la no exposición a los rayos solares directos. A partir de esa edad, se recomiendan protectores que cuenten con un factor de protección alto (30 o 50). Y siempre de amplio espectro capaces de bloquear y proteger contra los rayos UVA y los rayo UVB.
