No sirve de nada seguir pensando en las vacaciones de verano. En la playa, en la piscina y todos los días libres que tuvimos durante los meses más calurosos del año. Volver a la rutina supone cuidarse en otoño de la mejor manera posible. Ahora toca regresar a los hábitos normales para eliminar las toxicas y excesos cometidos durante el verano.
No es fácil llevarlo a cabo ya que los días se acortan y el ambiente es menos propicio para estar fuera de casa. Aumenta el frío, bajan las temperaturas y se reducen las horas de luz solar considerablemente. Menos luz puede significar más decaimiento y disminución de las defensas. Para que no te ocurra, desde FarmaCoslada te damos las pautas para saber cómo cuidarse en otoño de manera efectiva.
Consejos para cuidarse en otoño
– Abrígate bien: es una de las medidas más efectivas para el otoño. Aunque es verdad que, con el tiempo cambiante, muchas veces no sabemos que ponernos. Intenta no abrigarte de más y sudar innecesariamente, ni tampoco abrigarte poco en días de frío.
– Bebe agua: al pasar mucho más tiempo en ambientes cerrado, el calor artificial de la calefacción puede resecar en exceso. Conviene siempre beber mucha agua para mantener el grado de hidratación adecuado.
– Líquidos calientes: apuesta por líquidos de cualquier tipo, sobre todo calientes y vaporosos. Un ejemplo con las infusiones, los caldos y las sopas. No solo calientan el cuerpo, también las mucosas que protegen las fosas nasales.
– Cremas hidratantes: la hidratación no solo debe hacerse por dentro, también por fuera. La calefacción reseca un ambiente cerrado y también nuestra piel. Para evitarlo, aplica unas cremas hidratantes por todo el cuerpo que mantengan tu piel sana.
– Ejercicio físico: con menor cantidad de luz, la producción de serotonina es menor. Eso afecta al estado de ánimo, el deseo sexual y las ganas de movernos. Para estimularlo el deporte es perfecto porque aumenta las diferentes hormonas del placer.
– Dieta equilibrada: cuidarse en otoño significa volver a unos hábitos alimenticios sanos. Eliminar los hidratos de carbono, pero no las grasas naturales. Aumenta el nivel de fibra vegetal a base de frutas, verduras y hortalizas.
– Exposición solar: aunque sea en la ciudad, es necesario que tomemos el sol al menos 20 minutos al día. Es la cantidad de vitamina D que el cuerpo precisa y no podemos olvidarnos de ello, aunque sea otoño.
– Dormir correctamente: el verano ha sido una época sin pautas de sueño. Regresar a la rutina hace que volvamos a nuestros hábitos para dormir. Eso significa acostarnos siempre a la misma hora y dormir las horas recomendadas para evitar el decaimiento.